diciembre 22, 2006

De puerta en puerta...y van...

Ya debe andar José golpeando puertas.
Golpeando, mientras trata de sobreponerse al dolor y la vergüenza de no tener nada más para ofrecerle a sus amores.
Las puertas que se golpean, en general están cerradas.
Hay un lapso de tiempo eterno entre el golpe y la respuesta.
Un momento de decisión.
Una pregunta.
Una respuesta.
Un diálogo mudo de tiempos divididos.
¿Encontraré lugar? Retumba en el corazón de José.
Pienso mucho en José en estos tiempos navideños.
Un hombre en el límite de su entrega, tocando fondo.
Lo sostiene la promesa, nada más. Nada menos. Sólo le resta conseguir un lugar para que se cumpla.
No sabe más por dónde buscar.
¡Cuánto comprendo a José!
¡Cuántas veces, como padre y esposo, siento que no tengo más nada que ofrecer!
¡Cuántas, como hijo, amigo, hombre!
Hay que apretar los dientes y seguir golpeando.
Nada puede opacar la alegría de la vida.
No hay mal lugar cuando se consigue el lugar. Es lo que hay, es el mejor.
Por lo menos hoy...
Fuerza, José, fuerza que el buen Dios ama los porcentajes de un modo misterioso.
100% de poco, es mucho más que 10% de mucho para Él.
Fuerza, José, dame fuerza también a mí también para poner todo; para arriesgarme al papelón de conseguir sólo un pesebre.
Es lo que hay, es el mejor.
Por lo menos hoy...
Muchas entregas juntas y al límite.
El Niño Dios hará el resto.
Gracias María, gracias José, gracias, Padre bueno por este regalo.
¡Acá sí hay lugar!
¡por fin!Amén

3 comentarios:

Cristian dijo...

Emocionante Pablo, gracias por el relato. No había mirado la Navidad desde san José. Feliz Navidad. Bendiciones.

hna. josefina dijo...

¡Muy bueno! ¡Gracias!
Te recomiendo http://teobloga.blogspot.com

Pablo Muttini dijo...

Cristian, me alegro que haya podido aportar algo para esta Navidad. Poquito pero regalo al fin.
Gracias como siempre, Josefina, por tu visita y me alegro que estés de vuelta!!!
¡muy bueno el blog recomendado!
Lo seguiré de cerca.