enero 12, 2007

Vino y milagro

Sigo rezando con Juan 2, 1-11

El vino con el que Él llena mis jarras es vida.
Vida que da sentido profundo a mi vida.
Cuando se me acaba el vino pierdo la alegría y ya no puedo ni alegrarme ni alegrar.
Dejo de disfrutar lo verdadero.
Dejo de valorar lo valioso.
De contemplar lo bello.
De escuchar lo armónico.
De gustar lo sabroso.
De sentir lo terso.
De honrar lo honorable.
De admirar lo sublime.
De pensar lo profundo.
De amar lo amable y de encontrar amable lo árido.
Dejo de percibir lo sensible.
De valorar lo justo.
De elegir lo bueno.
De agradecer lo gratuito.
De hacer y de dar; de recibir y volver a dar.
Dejo...

Todo intento que haga por rellenar yo mismo las jarras es una falsificación.
Durará un tiempo y volverá a acabarse.
¡Hay tantas formas de falsificar el vino!
Pobres y ricos nos especializamos en este arte.
Cachuña*, eficiencia, consumismo, wisky importado, ostentación (de miseria u opulencia, da igual), violencia en todas sus formas. Exceso de trabajo. Exceso de autocompasión.
Abandono. Hiperactividad... miles de formas de rellenar jarras en forma provisoria. Todas provisorias. Todas intoxican. Todas mortales.
Sólo uno llena las jarras con vino del bueno.
Sólo Uno.
Sólo Él.

Virgencita buena, te pido que mires aunque sea de reojo mis jarras; que me invites a pedir con vos cuando estén vacías, y cuando llegue el momento en que indiques “hace lo que Él te diga”...yo vaya, y si no voy, me lleves.
Amén


* La cachuña es una bebida improvisada que se prepara habitualmente con alcohol fino y agua, a la que puede agregársele algún jugo, azúcar quemada u otra bebida para darle algo de sabor. Es consumida en general por personas en situaciones de marginación. Mata. En realidad re-mata: primero mató la injusticia.

2 comentarios:

Semilla dijo...

Que hermosa oración amigo... ¿que mas puedo decir?...

AMEN

Pablo Muttini dijo...

¡Gracias, Semilla! y si notás que pese a que me quiera llevar, me resisto, ayudala también.
Amén