diciembre 30, 2006

Culpables

Confieso que me asustó bastante.
2006 se despide con un ahorcado.
La palabra es "susto". Por todo.
¿ alguien apetece otro canibal...?
Dios nos ayude...por todo.
Dios nos perdone...por todo.
Amén

diciembre 28, 2006

Inocentes

Herodes decapitó inocentes por miedo a perder su poder.
¿Cuántas inocencias e inocentes habré decapitado yo para conservar el mío?
Ven Señor Jesús.
Amén

diciembre 27, 2006

Ya pasaron tres días

Frente al recién nacido hay dos momentos muy marcados:
La contemplación y la acción.
Los bebés son de una hermosura inusitada para los adultos.
Sus proporciones, su piel, su fragilidad contrastan la vida que les estalla dentro.
Contemplación.
Mirar el milagro.
Un lugar imperdible.
Pero todo esto no sucede mágicamente. El recién nacido requiere de un cuidado constante, esmerado, dedicado, casi excluyente. No es sencillo tener un recién nacido en casa. Las noches, por lo general (y con suerte), se duermen de a ratos; el llanto avisa de cualquier incomodidad y gatilla preocupaciones y dudas respecto de qué hacer; se cambian pañales, se limpia, lava e higieniza al niño... mucho trabajo, mucho.
Cuando llega la visita...impecable. Pero en los ratos de intimidad...¡cuánto para hacer!

Volviendo al trabajo después de un Adviento bien de Dios, de pronto siento que fuí visita. Algo así como si hubiera ido a ver a María y José al pesebre, me hubiera maravillado contemplando al Niño y después, de vuelta a “mi realidad”. Pero algo me falta: mi realidad es pobre sin Él...pero tengo tanto que hacer...¡traer un recién nacido es mucho trabajo!... mucha dedicación, mucho cuidado. Ya estoy grande para esto; ya criamos tres hijos en casa...¡otra vez los pañales, otra vez no dormir, otra vez...!
Pero me falta algo.
Quizás me falte el valor para comenzar de nuevo.
En una de esas, perdí la sensibilidad necesaria para ser parte del milagro.
Tal vez, me olvidé de la minúscula perfección de sus uñas, de la piel que huele a vida nueva, de los ojos que hablan, de los piecitos sin estrenar... tal vez me olvidé de la paz de verlos dormir... tal vez me olvidé de todo lo que cada mañana me hacía olvidar del cansancio.

Queridos María y José:
Disculpen por no haber estado atento en estos días.

Sepan que lo pensé bastante y, pese a que me cueste, estoy a su disposición para darles una mano.
Pidan nomás: arreglar un poco el pesebre, cocinar, lavar. También podría cambiar pañales y cuidar al Niño.
Incluso, José, si necesitás te atiendo por un tiempito el taller.
Y sí... me siento con un poco de culpa: logré ,pese a todo, hacerles lugar, y al rato fui vencido por la tentación y los dejé solos; pero fue hasta hoy nomás. He vuelto, para lo que gusten mandar. Después de todo ¡Jesús nació en mi pesebre!
¡Dios volvió a repetir el milagro!
¡Feliz Navidad!

Amén

diciembre 22, 2006

De puerta en puerta...y van...

Ya debe andar José golpeando puertas.
Golpeando, mientras trata de sobreponerse al dolor y la vergüenza de no tener nada más para ofrecerle a sus amores.
Las puertas que se golpean, en general están cerradas.
Hay un lapso de tiempo eterno entre el golpe y la respuesta.
Un momento de decisión.
Una pregunta.
Una respuesta.
Un diálogo mudo de tiempos divididos.
¿Encontraré lugar? Retumba en el corazón de José.
Pienso mucho en José en estos tiempos navideños.
Un hombre en el límite de su entrega, tocando fondo.
Lo sostiene la promesa, nada más. Nada menos. Sólo le resta conseguir un lugar para que se cumpla.
No sabe más por dónde buscar.
¡Cuánto comprendo a José!
¡Cuántas veces, como padre y esposo, siento que no tengo más nada que ofrecer!
¡Cuántas, como hijo, amigo, hombre!
Hay que apretar los dientes y seguir golpeando.
Nada puede opacar la alegría de la vida.
No hay mal lugar cuando se consigue el lugar. Es lo que hay, es el mejor.
Por lo menos hoy...
Fuerza, José, fuerza que el buen Dios ama los porcentajes de un modo misterioso.
100% de poco, es mucho más que 10% de mucho para Él.
Fuerza, José, dame fuerza también a mí también para poner todo; para arriesgarme al papelón de conseguir sólo un pesebre.
Es lo que hay, es el mejor.
Por lo menos hoy...
Muchas entregas juntas y al límite.
El Niño Dios hará el resto.
Gracias María, gracias José, gracias, Padre bueno por este regalo.
¡Acá sí hay lugar!
¡por fin!Amén

diciembre 12, 2006

Madre Teresa

Santa, sin duda santa.
¡Cuánta confianza tenía en nosotros!
"Dar hasta que duela", repetía.
¡Dar hasta que duela!...
No tenía ni idea de lo rápido que duele.
Querida madre, te pido que me ayudes a doblar la apuesta:
Dar hasta que duela y luego, hasta que sienta que se hace justicia.
Sólo así, traspasando los límites del primerizo dolor egoista, podré reparar el error.
¡Amén!

diciembre 07, 2006

Centuriones sueltos

Es complicado hacerle lugar a Jesús en Navidad.
El espacio del placard o de el desván que ocupa la caja con el arbolito y los adornos y las guirnaldas y todos los “y” no alcanza para una parturienta, y mucho menos, para alojar una familia.
En su peregrinar, María muy embarazada y José lleno de preocupación, tienen que ir sorteando Papás Noeles que, como centuriones romanos, custodian y recorren calles, centros comerciales, avisos publicitarios, diarios, revistas...vidas.
Centuriones que penden de vidrieras y también de puertas en las que ellos, María y José, debería golpear para ver si hay lugar.
Los centuriones siguen siendo presencia visible del poder. Siguen recordándonos quién manda hoy. Nosotros, seguimos obedeciendo.
¡Pobre San Nicolás! Y pobres de nosotros, los cristianos, que para minimizar las cosas tratamos de convertir a bonachón vestido de rojo en santo. Ni así alcanza para que la fiesta tenga el verdadero sentido.
Casi nadie queda fuera de este reconocimiento al César.
Los negocios se engalanan rindiendo tributo y en las casas, obviamente no podemos ser menos.
Los papás mantenemos la tradición del misterio y seguimos dándole vida al que hoy es el dueño de la Noche Buena. Una tradición que respetamos, cumplimos e inculcamos en nuestros hijos: Papá Noel existe. Sí. Mientras lo hagamos existir, existe. Y existe del modo en el que el César quiere que exista: como símbolo irrefutable del consumo, el festejo excedido y el frío ajeno.
Muchos me podrán decir... pero Pablo, mira que lo de San Nicolás es cierto...y el abeto tiene un significado equis...y las luces simbolizan tal o cual cosa..., sí, sí, todo comprendido, pero la Navidad es fiesta de Jesús naciente, de Virgen entregada y de José haciéndose cargo. Fiesta de Dios en medio de nosotros. Parto primerizo de vida nueva. ¡Vida Nueva!. Vida nueva que sigue, como hace dos mil y pico de años, necesitando un lugar dónde brindarse.
Es muy, pero muy difícil abstraerse de la “fiesta” para vivir la FIESTA. No soy ajeno a ello, pero por lo menos hoy, trato de guardarme la rebeldía y con ella, la sincera vocación de conversión.
Yo también fui y soy el “papá Noel” de mis hijos, mis sobrinos y los hijos de mis amigos. Algunas veces también, el papá Noel de chiquitos necesitados, de viejos abandonados y de “viudas y huérfanos”; pero esta Navidad quiero decir basta.
Me gustaría dejar de ser un papá pirotécnico para parecerme más a José.
Reconocer que estoy dando lo mejor que tengo aunque me avergüence por ello, y darlo todo.
Quiero, por lo menos hacer el intento, de liberar mi corazón para que en él nazca el Redentor y ser entonces, el Salvador de mis amores y de los desamparados.
Quiero disfrazarme de Cristo, no de bonachón colorado barbudo y rozagante.
Mejor dicho, quiero revestirme de Cristo.
Quiero dar amor y vida como da Jesús, no caramelos.
Quiero que mi mesa, nuestra mesa, sea mesa de pastores sorprendidos comentando el milagro.
Quiero que mi mesa, nuestra mesa, sea la mesa de la Esperanza y no la de los 12-deseos-tragados-con-pasas-de-uva a las 12.
También la de la misericordia.
Mucho mejor, la del perdón y la reconciliación.
Fundamentalmente, la del verdadero amor.
Quiero...¡quiero tantas cosas!, tantas que solo no puedo.
Tendré que nacer de nuevo en Navidad.
¿Podré?
¿Podremos?
¿Se animan?...faltan todavía unos días.
Pidan y se les dará, dijo Jesús.
Pidamos.
Recemos.
Amén.

diciembre 05, 2006

Para compartir en Adviento

Así son las cosas...escribí para Cáritas y Cáritas lo pasó. Así debe ser.
http://www.revistatigris.com.ar/diciembre06/tigris8.htm
http://www.revistatigris.com.ar/diciembre06/caritas.pdf
Es lindo ver que la Noticia también es nota.